Luxemburgo es una bonita ciudad cercana a la frontera con Francia, Bélgica y Alemania. Vamos a sugerirte varios lugares imprescindibles que responderán a tu pregunta de ¿qué ver en Luxemburgo? Para descubrir la ciudad, la Oficina de Turismo te propone un recorrido muy interesante: 1.000 años en 100 minutos, a través del Paseo Wenzel, que recorre los barrios más antiguos de la ciudad y que debe su nombre a Wenceslao II, que fue Gran Duque de Luxemburgo entre los siglos XIV y XV.
Si has disfrutado del paseo y te apetece seguir conociendo la ciudad de esta agradable manera, te sugerimos el Chemin de la Corniche, que es conocido como el balcón más bonito de Europa, por las hermosas vistas disponibles desde la Ciudadela du St. Espirit. Si en cambio te apetece tomar un descanso y no dejar de aprovechar el tiempo, siempre puedes optar por subirte al tren turístico que se coge en el mirador frente al Puente Adolfo.
Vale la pena porque en una hora recorrerás toda la ciudad. ¡Presta atención y toma el tren que ofrece las explicaciones en castellano! La Catedral de Notre Dame, de estilo gótico y renacentista, alberga en su interior el Panteón de los Duques, eternamente vigilados por dos fieles leones. Otro edificio que debes conocer es el Palais Granducal, la residencia oficial de los Duques de Luxemburgo.
Luxemburgo es un país que ha estado presente en muchas contiendas a lo largo de su historia. Por eso, son de obligada visita el Museo Nacional de Historia Militar y, si disponemos de tiempo suficiente, el cementerio americano, a las afueras de la ciudad. Aquí se encuentran los restos del General Patton y de muchos de los soldados americanos caídos en la Segunda Guerra Mundial. Si te fijas bien, seguro que te das cuenta de que entre todas las cruces blancas, se encuentran algunas estrellas de David.
¿Te sigues preguntando qué puedes ver en Luxemburgo? Seguro que a cada paso descubres otras muchas cosas que conocer y que te sorprenderán, como el Puente Adolfo, que es el más famoso de la ciudad y que recuerda de lejos al puente sobre el Tajo de Ronda, o las Casamatas de la Petrusse. Pero eso tendrás comprobarlo por ti mismo, así que ¿a qué esperas para venir?