Desde la antigüedad Bélgica es famosa por su pastelería.Galletas, gaufres y, sobre todo chocolate son los productos más apreciados y conocidos en todo el mundo.Entre las primeras se tienen que probar las "specules", finas galletas de especias, el "pain d'epices", el "pavé" de Bruselas, una especie de brioche de cerezas confitadas, y las galletas de San Nicolás, que pueden llegar a tener hasta un metro de longitud.
Los "gaufres" con nata o con chocolate, se encuentran en culaquier esquina, pero un establecimiento tradicional de Bruselas es el Papillon (Rue du Marché aux Herbes, 87), donde los hay hechos según una receta de la que se guarda rigurosamente el secreto.
En cuanto al chocolate sólo se tiene que elegir entre las múltiples especialidades: los "pralinés" son óptimos en todas partes y las distintas "confiseries" compiten por crear las más imaginativas variedades con rellenos de natas,crocanti, tofe, licor o fruta. Se debe visitar el Museo del Cacao y el Chocolate, que ilustra su elaboración y ofrecen golosas degustaciones (Grand-Place 13; tlf. 02-5142048; www.mucc.be).